sábado, 16 de diciembre de 2017

Softcombat: ¿deporte o juego?


De seguro a muchos de ustedes, personas que practican con regularidad o que asisten a cada una de las actividades de sus distintas comunidades, han pasado un rato complicado tratando de describir que hacen cada sábado o cada domingo: “Yo practico un deporte alternativo de combate con replicas acolchadas que simulan ser espadas” o “Yo voy a un juego lo mas de entretenido donde combatimos con espadas y capturamos banderas”. Estas pueden ser algunas de las respuestas más comunes entre muchos de los que ya somos habituales en este medio. Sin embargo cabe destacar lo contradictorias que son ambas posiciones, pues en una se ve una perspectiva supremamente comprometida y se nota la dedicación y la pasión en las palabras, mientras que en la segunda se identifica un aspecto más relajado y que muestra un simple hobbie o actividad para rellenar los fines de semana.

A lo largo de los años he visto como muchos han tomado una posición que llega a ser radical acerca de cómo se debe definir el softcombat y cómo debemos enmarcarlo desde una perspectiva deportiva para poder diferenciarlo de actividades visualmente similares, como el recreacionismo histórico o el rol en vivo. Una apreciación muy válida, pero personalmente, y quiero ser enfático en que es únicamente mi perspectiva, el softcombat hace mucho tiempo se dividió en 2 partes: una exclusivamente recreativa y otra exclusivamente competitiva. Lo grave de esto es que muchos de los practicantes habituales no logran percibir o comprender esa división, y esta falta de perspectiva se extiende a comunidades y grupos que se dedican a esta actividad. Para ser más claro pondré un ejemplo con otro deporte: el Rugby.

Estando desocupados un sábado varios amigos se pueden reunir y, con un buzo enrollado, se ponen a jugar un partidito de rugby, entre personas que quizás nunca han practicado el deporte. Resulta que lo disfrutaran mucho, pero sería muy dudoso que disfruten la experiencia de que el equipo nacional de rugby llegue y los rete a un partido y los aplasten como moscas. Quizás ellos sólo querían pasar un rato agradable con sus amigos e iguales, no oficializar un partido o conformar un equipo, solo querían JUGAR, y que llegue alguien más a decirte que lo que haces está mal y que esa no es la forma correcta cuando lo único que quieres es JUGAR no es nada agradable.

Lo mismo ocurre con nuestro amado softcombat: algunos han llegado al punto de tomarse tan en serio las cosas que se les olvida que lo que te motiva a practicar un deporte con seriedad suele ser que alguna vez lo jugaste y te divertiste. Por ejemplo este tipo de posiciones: “el softcombat es un deporte y no un juego”, “la contundencia no es alta pero tampoco es un deporte para acariciarse” y “si no haces trabajo físico no puedes combatir”, entre otras, a pesar de ser válidas y pertinentes para todo aquel que piense en el softcombat como una alternativa deportiva competitiva, son supremamente nocivas para el jugador casual o el que sólo quiere pasarse un rato agradable con sus amigos.


Por esto mi consejo para todos los combatientes experimentados, entrenadores y comunidades en general es que aprendan a identificar quién en verdad quiere tomarse el softcombat como una actividad deportiva rigurosa y quiénes simplemente quieren jugar, y a cada uno de esos públicos darle lo que ellos requieren. Quizás los que sólo quieren jugar después se animen a competir, teniendo más claridades en cuanto a lo que se requiere y lo que implica.
Así que ¿el softcombat es un deporte o un juego? Yo digo que es ambos y que cada quien le da el enfoque que más se ajuste a sus necesidades, y no por esto una de las dos perspectivas es más seria que la otra. Sólo son diferentes. 

Softcombat: El camino de la espada moderna


La sociedad evoluciona al paso del tiempo, al mismo tiempo sus costumbres y tradiciones, una de ellas ha sido el combate. Cada parte del mundo tiene su forma distinta de combatir, ya sea con armas o sin ellas, hecho que ha destacado mucho en algunos circuitos de artes marciales mixtas o luchas vale todo. Pero los estilos de combate con armas tienen su lugar también.

Hoy en día ha prosperado en varias partes del mundo un deporte denominado softcombat que se basa en la realización de combates con replicas de armas blancas antiguas o modernas, pero fabricadas de materiales inofensivos. Llevan un centro que puede ser de fibra de vidrio o PVC (policloruro de vinilo) pero el resto del cuerpo del arma esta acojinado con distintos materiales que absorben el impacto y disminuyen el riesgo de lesiones entre los contrincantes.

Pues lo principal en el softcombat es la técnica, el estilo y la destreza del participante a la hora de blandir su arma, no su resistencia al impacto físico. En este deporte alternativo, como le llaman algunos, se pone en primer lugar la seguridad de quienes lo practican, por eso las armas, que pueden ser replicas de espadas, sables, hachas, katanas y otras armas más variadas, tienen que pasar una validación para constatar que no puedan generar lesiones o impactos contundentes en los participantes.

Muy distinto a los que practican el “combate medieval histórico” en donde las armas sí son reales, en donde los contrincantes tienen que usar armaduras completas para tratar de salir ilesos del los enfrentamientos. Desgraciadamente en esta impresionante modalidad no siempre es el estilo o la destreza con el arma es lo que hace ganar el encuentro, sino la resistencia a los golpes. Por su lado en el softcombat con usar unos lentes y guantes de protección es suficiente.

Los que hemos practicado ( y dado clases) los deportes de combate por años conocemos el riesgo de blandir una espada o sable real, pero si lo vemos por el lado de los valores y virtudes que trae la practica de estos estilos de combate, sabemos la importancia de la disciplina en esto. Y no importa si la espada es de acero, de madera o de esponja, lo único que importa es quien la blande y como lo hace. Su honor no quedará en duda si lo hace correctamente y con un noble fin.

Los orígenes del softcombat se remontan al año de 1977, a la ciudad de Washington, la capital de EUA, en donde un grupo de juego de rol en vivo, de los denominados LARP (live action rol play), creó este formato de combate para sus encuentros, en donde la destreza con el arma y divertirse sanamente era lo principal. Posteriormente este formato de combate se extendió por gran parte del mundo, y hoy podemos encontrar agrupaciones de softcombat en España, Alemania, Eslovaquia, Rusia, Perú, Uruguay, Francia, Inglaterra, Bolivia, Argentina, Colombia y México.

Ya se realizan torneos nacionales e internacionales de este deporte que cada día gana más adeptos, incluso ya se están formalizando las agrupaciones en organizaciones oficiales que le den validez para impulsarlo como una moderna disciplina de combate deportivo como ya lo es la esgrima o el kendo. No es un arte marcial pues no esta hecho para la guerra, pero todas sus técnicas surgen de los distintos estilos de combate marcial creados en la antigüedad y en los desarrollados en épocas modernas. En pocas palabras, de darse la necesidad, sus técnicas sí son factibles de aplicación en una situación real de combate. Que se practique con espadas de foami (etilvinilacetato) no le resta funcionalidad a sus movimientos.

El camino de la espada moderna va ganando terreno en un mundo en donde los videojuegos estancan a la juventud en una silla de forma estática, el softcombat es una muy buena opción para hacer deporte al aire libre o en gimnasios con espacio suficiente para poder desenvolver sus movimientos. Los reglamentos en casi todos los países son muy similares, con algunas variantes regionales, que enriquecen el amplio menú de técnicas y estilos que se pueden utilizar en este deporte que hoy en día es practicado por muchas personas, desde principiantes de 13 años hasta guerreros maduros de 51 años, que todavía blanden sus espadas con honor y dignidad. Como siempre debió haber sido.   

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miércoles, 13 de diciembre de 2017

World Sword Journal


Revista virtual dedicada a la difusión de las distintas disciplinas deportivas de combate con armas como el softcombat, el modern sword fighting, las artes marciales renacentistas y demás sistemas de esgrima antigua en el mundo.  

El Deporte de Contacto Más Seguro del Mundo Gana Terreno en Monterrey

Monterrey, Nuevo León – En un mundo donde los deportes de contacto suelen asociarse con fuerza bruta y riesgo, emerge una disciplina que com...