Softcombat: ¿deporte o juego?


De seguro a muchos de ustedes, personas que practican con regularidad o que asisten a cada una de las actividades de sus distintas comunidades, han pasado un rato complicado tratando de describir que hacen cada sábado o cada domingo: “Yo practico un deporte alternativo de combate con replicas acolchadas que simulan ser espadas” o “Yo voy a un juego lo mas de entretenido donde combatimos con espadas y capturamos banderas”. Estas pueden ser algunas de las respuestas más comunes entre muchos de los que ya somos habituales en este medio. Sin embargo cabe destacar lo contradictorias que son ambas posiciones, pues en una se ve una perspectiva supremamente comprometida y se nota la dedicación y la pasión en las palabras, mientras que en la segunda se identifica un aspecto más relajado y que muestra un simple hobbie o actividad para rellenar los fines de semana.

A lo largo de los años he visto como muchos han tomado una posición que llega a ser radical acerca de cómo se debe definir el softcombat y cómo debemos enmarcarlo desde una perspectiva deportiva para poder diferenciarlo de actividades visualmente similares, como el recreacionismo histórico o el rol en vivo. Una apreciación muy válida, pero personalmente, y quiero ser enfático en que es únicamente mi perspectiva, el softcombat hace mucho tiempo se dividió en 2 partes: una exclusivamente recreativa y otra exclusivamente competitiva. Lo grave de esto es que muchos de los practicantes habituales no logran percibir o comprender esa división, y esta falta de perspectiva se extiende a comunidades y grupos que se dedican a esta actividad. Para ser más claro pondré un ejemplo con otro deporte: el Rugby.

Estando desocupados un sábado varios amigos se pueden reunir y, con un buzo enrollado, se ponen a jugar un partidito de rugby, entre personas que quizás nunca han practicado el deporte. Resulta que lo disfrutaran mucho, pero sería muy dudoso que disfruten la experiencia de que el equipo nacional de rugby llegue y los rete a un partido y los aplasten como moscas. Quizás ellos sólo querían pasar un rato agradable con sus amigos e iguales, no oficializar un partido o conformar un equipo, solo querían JUGAR, y que llegue alguien más a decirte que lo que haces está mal y que esa no es la forma correcta cuando lo único que quieres es JUGAR no es nada agradable.

Lo mismo ocurre con nuestro amado softcombat: algunos han llegado al punto de tomarse tan en serio las cosas que se les olvida que lo que te motiva a practicar un deporte con seriedad suele ser que alguna vez lo jugaste y te divertiste. Por ejemplo este tipo de posiciones: “el softcombat es un deporte y no un juego”, “la contundencia no es alta pero tampoco es un deporte para acariciarse” y “si no haces trabajo físico no puedes combatir”, entre otras, a pesar de ser válidas y pertinentes para todo aquel que piense en el softcombat como una alternativa deportiva competitiva, son supremamente nocivas para el jugador casual o el que sólo quiere pasarse un rato agradable con sus amigos.


Por esto mi consejo para todos los combatientes experimentados, entrenadores y comunidades en general es que aprendan a identificar quién en verdad quiere tomarse el softcombat como una actividad deportiva rigurosa y quiénes simplemente quieren jugar, y a cada uno de esos públicos darle lo que ellos requieren. Quizás los que sólo quieren jugar después se animen a competir, teniendo más claridades en cuanto a lo que se requiere y lo que implica.
Así que ¿el softcombat es un deporte o un juego? Yo digo que es ambos y que cada quien le da el enfoque que más se ajuste a sus necesidades, y no por esto una de las dos perspectivas es más seria que la otra. Sólo son diferentes. 

Comentarios

  1. Oye de verdad me gusta tu blog, hechale ganas y sigan así. Yo igual practico y me agrada que haya más gente que piense lo mismo. Si quiere puedo ayudar en la página xd. Pero ya enserio, el softcombat es un gran.... Lo mejor del mundo. Salu2

    Ah y visiten nuestra página y grupo de Facebook soft combat playa y soft combat playa del carmen.

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